Operación Dinamo

La Operación Dinamo (en inglés: Operation Dynamo), también conocida como milagro de Dunkerque o evacuación de Dunkerque, fue una operación de evacuación de las tropas aliadas en territorio francés (después de ser vencida Francia por el ejército alemán) durante la Segunda Guerra Mundial. Tuvo lugar en Dunkerque (Francia) a finales de mayo de 1940, y fue organizada por el mariscal británico y comandante en jefe de la Fuerza Expedicionaria Británica (BEF), John Vereker Gort. La operación permitió el rescate de más de 200.000 soldados británicos y más de 100.000 franceses y belgas.
El 26 de mayo a las 23:30 comenzó oficialmente la Operación Dinamo. Bajo un intenso fuego de artillería de las baterías alemanas y bombardeos de aparatos de la Luftwaffe, entre los que se encontraban los bombarderos en picado Stuka, miles de soldados ingleses, franceses y belgas hacían colas en la playa, mientras siete divisiones francesas ofrecen resistencia en los ochenta kilómetros del frente
La Armada británica había preparado una flota con cuarenta destructores y ciento treinta barcos mercantes y de pasajeros, que debían embarcar las tropas en condiciones muy precarias, pues el puerto de Dunkerque había sido devastado por la Luftwaffe, y solo estaba practicable la zona exterior durante la marea alta. Para transportar a los soldados desde la playa hasta los barcos de la Royal Navy, que permanecían en alta mar defendiéndose de los bombardeos de la aviación alemana con sus propias baterías antiaéreas, se utilizaron todos los medios disponibles en la playa.
A pesar de la creencia popular de que se utilizaron para el rescate todo tipo de barcos pesqueros y de recreo disponibles en las costas inglesas, la operación Dinamo fue llevada en secreto por la Royal Navy con la única ayuda de varios buques mercantes. La crítica situación de Dunkerque solamente se dio a conocer al público al final, en la tarde del 31 de mayo, y aunque los dos días siguientes salió al canal una flotilla de pequeños barcos, el número de supervivientes rescatados por estos fue muy bajo.
El primer día de junio, el intenso castigo al que estaban siendo sometidos los puntos de embarque de las tropas aliadas marcó el final de la Operación Dinamo. La operación, que en un principio estaba ideada para evacuar a cincuenta mil hombres en cinco días, había superado las expectativas.

El 2 de junio a las 3:30, partía el último barco en dirección al Reino Unido. El resto de las tropas británicas que quedaron en Dunkerque decidieron rendirse a los alemanes, mientras que las tropas francesas optaron por abrirse paso hacia el sur, pero finalmente tuvieron que rendirse.

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